lunes, 24 de septiembre de 2007

"Negro"

Hoy tengo un dia extraño, es posible que no pueda contar muchas cosas, pero veremos que pasa.
Hace algun tiempo estuve escribiendo algun cuento, pero como cuentista la verdad soy bastante patético, los temas eran lacrimogenos y depresivos, no se porque, supongo que era mi estado de ánimo, eso queda plasmado en la mano del escritor, los demás lo detectan. Pero si es relamente bueno el escritor, puede hacer creer que el estado no es ese sino todo lo contrario, Los "negros" son grandes escritores anónimos, a sueldo de un gran nombre, la tristeza de su realidad, radica en que por muy bien que lo hagan nadie los conocerá, es una pena. Digamos que solo es un comentario, no se donde quiero ir a parar con esto, pero dejo ir las manos sobre el teclado, el es de color negro también, y me sirve de herramienta transmisora de ideas y pensamientos.

Voy caminando sobre el mar de los Sargazos, como una nao herrante sobre las quietas aguas verdes, mi objetivo es avistar tierra firme, y la tripulación ha dias que no ve indicios de viento, el herrar es lento, y solo nos movemos por la corriente que nos arrastra hacia un lugar indefinido en el horizonte, el calor sofocante, los alimentos escasos, y el nerviosismo general hace temer el motin, sucios, cansados los hombres hacen su trabajo con desgana, y el capitán se encierra en su camarote, para consultar raros mapas y comprobar las mediciones tomadas al alba, asi estoy yo gritando. ¡Tierra a la vista!, despues de unas jornadas agotadoras, ese mar me trastornó, y me dió alas para volar, el vuelo alto y limpio de un pájaro que lo ve todo desde lo alto, la tierra se aproxima a gran velocidad, el vuelo es magnífico, las montañas, los rios, y valles se ven pequeños abajo. En la lejania queda el barco, aún no ha llegado, pero tiene las velas hinchadas de aire, a pasado la zona en calma, y se apresta a arribar a tierra, el contento es general, y las penalidades quedan atras, los actos de disciplina, los castigos sufridos por insubordinación, ya no se acuerdan, solo ver la tierra, es suficiente, para olvidar los odios y los miedos, es una fiesta.

Mi teclado es negro, y me hace escribir cosas que no se de donde salen. Llega la noche, la noche es negra, es bella y armoniosa, las hogueras rompen un poco esa oscuridad, nuestros hombres han llegado sanos y salvos, es hora de dormir.

Besos para ti.

6 comentarios:

lemoinestar dijo...

Cada día terminamos encontrando esa tierra prometida que nos espera al finalizar el día. A veces, es una cala solitaria donde llegamos agarrados de un madero como naúfragos desesperados, otras, incluso, se da la coincidencia que llegamos a un puerto concurrido. Sea como sea, el caso es salir cada día al mar y ver que es lo que nos espera en el viaje, ésa debe ser la gracia de la broma de la vida, ¿no?

¡Vámonos a la playa!

Angel dijo...

Para Lemoinestar. Hoy estuve en la playa, y la mire de espaldas, no podia mirar de frente al mar, solo oia el rumor de las holas y sentia el aroma marino, la vuelta a la playa me reconfortó, la música rock del chiringuito, la calma.

Grácias por estar ahi.

Siempre tendrás una playa donde ir.

lemoinestar dijo...

¿Y no hubiera sido mejor que la hubieras mirado de cara?

Gracias a ti por estar ahí, tú también tienes una playa, creo que lo sabes...

Unknown dijo...

Pos es Madrid no hay playa ...joooo

Prijuabe dijo...

A veces nos paramos en playas pensando que es nuestro destino cuando, en realidad, es una isla en mitad del mar donde parar a descansar y tomarnos un refrigerio en el chiringuito cada vez que vamos a nuestro autentico destino.
Solo hay que tener cuidado de no despistar el rumbo real por tener cerca una isla paradisiaca, puede ser un espejismo de destino.
Un abrazo acompañado con cervecita del chiringuito.

Angel dijo...

Maria de los angeles y Bernione, cuando querais os invito aqui al lado del mar a un buen chiringuito, a tomar unas cañas, y una buena compañia.
Besos y abrazos