miércoles, 26 de septiembre de 2007

XXXI CONCENTRACIÓN MOTERA EN TERUEL


Son las 6 de la mañana del Sábado 15, tengo sueño, ha sonado el móvil, tenia configurado el despertador, con el normal, no me hubiera despertado, aturdido zombie, deambulo por la casa en busca ávidamente de hallar la cocina, el cazo, el fogón, caliento un poco de leche, desayuno con galletas, algo más despierto, pongo música no recuerdo que era, pero agradable si, despues del aseo preparo las maletas, la tienda, el saco, el colchon, ropa de recambio, algo de botiquín, algo para posibles reparaciones, un mapa de carreteras, (no tengo gps), y cuatro cosas más, el traje de cuero negro, las botas, el casco negro, la "chupa", y me voy, se me ha hecho un poco tarde, ya son las 8. La moto, negra me espera pacientemente, desde el bar de enfrente el camarero me hace señas, donde vás tan equipado?, a Teruel, concentración motera. Arranco la moto, ronronea genial, acababa de hacer una revisión, sino me habria tocado empujar, es vieja ya, y se le acaba la bateria enseguida. En marcha 436 kilómetros me separan de mi destino, vamos bien, no hace ni frio ni calor, autopista sin problemas, hasta Reus, desvio carretera de Alcañiz, parada a almorzar en Calaceite, bocata de jamón como no podía ser menos, el viaje es muy tranquilo, me cruzo otras motos, nos saludamos con la señal de los moteros, vamos todos hacia alli, voy fresco, y contento, el viaje apacible, sin ningún sobresalto, me he cruzado un grupo de guardias civiles, en moto, eran 6, y todos me han saludado, y yo correcto como soy, también. Casi no va nadie por esa carretera. Por la zona de Utrillas, me gusta ver las estaciones abandonadas, del antiguo ferrocarril que se usaba para el carbón, le dan un aire diferente al paisaje, hay un cartel en la zona del maestrazgo que siempre me hace sonreir y es el siguiente, "Maestrazgo ruta del tambor y del bombo", también pasas por el meridiano de greenwitch.
Llegada a Teruel algo cansadete, a la una treinta, montar la tienda instalarse, quitarse el mono, empieza a ser un horno llevar eso puesto, inscribirse en la concentración, cerveza y un poco de jamón de bienvenida. A comer, por Teruel hay un sitio que tiene unas terrazas estupendas, entrecot y botella de vino rosado, con un entrante de endibias al roquefort, cafe y copa de whisky, estupendo como un marajá, vuelta a la zona de concentración, charla amena con los moteros de por alli, al ser veterano convidada de dos cervezas, pregunto por un bar de alli y me indican, me cuesta un poquillo llegar, por desconocimiento de la zona y porque ya empiezo a notarme algo raro, encuentro el sitio, otra cerveza más, me la quieren invitar, me niego en rotundo, y me voy otra vez a la zona de concentración, hips, es la hora de la salida, del paseo, unas 500 motos, moto arriba, moto abajo custodiados fuertemente por la guardia urbana de Teruel nos acompañan alegremente a dar un paseo, cortamos una calle, un señor que salía de un parking, se queda atrapado, me pregunta que que pasa, -lo siento has salido cinco minutos tarde,- negro el señor con la familia en el coche, pero nosotros a lo nuestro en un lado de la calle en un local, reparto de cerveza, y jamón a gogo, despues nos llevaron a una plaza, más cerveza y más jamón, ocupación total de la plaza, transeuntes extrañados moteros avispados y achispados, tambien fumados, otro aprovechando para vender motos de época, enfin un circo divertido, se hace tarde, vuelta a la zona de concentración, esperar la cena, mientras música en la carpa, encuentros con conocidos de otros años, y más cerveza y algún "cigarrito"(me estoy mareando con tanto no parar). La cena un mogollón de personas en el palacio de deportes, te sientas donde quieres o puedes, y a la salida fiesta grupo de rock que suena como los Hombres G, bailoteo hasta que se van, agotado, a la tienda, a dormir.
Suena el móvil aturdido zombie deambulo por la tienda en busca ávidamente de hallar los pantalones, desayuno y recogida de la bolsa de viaje, recojo los trastos vuelvo a hacer la maleta y me marcho a mi casa, resaca del 15, siete horas me costo llegar, me dolia todo, agujetas en todas partes, si es que ya no se esta para estos trotes, pero me lo pase de bien, un bravo para una Kawasaki que tiene en su haber 172.000 kms y 14 años de experiencia, el viaje se acaba felizmente, sin ningún contratiempo, solo el cansancio, y el volver a ver ese cartel de la ruta del tambor y del bombo que tanto me hace sonreir cuando lo veo.

6 comentarios:

lemoinestar dijo...

Leyéndote tengo la sensación de haberte acompañado en ese viaje, nos lo has explicado muy bien, dan ganas de apuntarse a la del próximo año.

Besos con sabor a jamón y cerveza.

Angel dijo...

Lemoinestar
El viaje fue muy bien, la tranquilidad, de los amortiguadores de la moto hacian el recorrido sumamente suave, el viento en la cara, los insectos aplastandose en la visera del casco, los olores del campo, el dolor de glúteos, todo es poco para un buen disfrute de la motocicleta Te recomiento un libro (Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta, de Robert M. Pirsing, editorial Mondadori)leido en la playa nudista de Sant Pol durante el verano de 1995

Prijuabe dijo...

Angel creo que tendrás que hacer más salidas para estar entrenado el año que viene, es primordial para aguantar tanta marcha en tan poco tiempo.
Un saludo motero.

Angel dijo...

Bernione.

Rafagasss

montgar6 dijo...

No soy motera y no entiendo mucho de esto, pero no lo dejes: da la impresión que debes sentirte muy libre.
A veces nos sentimos muy solos en compañia de otros, pero... ¿y cuando estas en la naturaleza, por las carreteras perdido en la montaña? No me puedo creer que en esos momentos te sientas solo. En ese momento formas parte de un todo. No somos más que una pequeña particula en un universo inmenso. Creo que si consigues sentirte parte de un todo, tengas a alguien o no a tu lado, no te sientes solo.

Yo en alguna época de mi vida lo conseguí... tal vez me tenga que aplicar el cuento yo también.

Angel dijo...

Montgar6.

es cierto que cuando estás conduciendo la moto, te conviertes en parte de lo que hay a tu alrededor, la simbiosis es mágica y solo ves la linea negra delante de ti, disfrutar del aire, el sonido del motor que ya no lo oyes, y el control sobre ti mismo para suavizar los movimientos bruscos que puedan aparecer, te concentras en lo que estás haciendo y llega un punto que no notas esa concentración, es como si el vehiculo y tú seais uno, Centauro de cuero y metal, que va más alla del limite del horizonte, en esos momentos no estas solo, estás contigo mismo, y eso es muy importante.

Bienvenida al blog, gracias por venir.

Un beso